Según un reciente estudio de la Universidad de Helsinki (Finlandia), llevado a cabo por un grupo de estudiantes de postdoctorado del Cognitive Brain Research Unit (CBRU), el reguetón no estimula nuestra capacidad cognitiva ni nuestra inteligencia.

Es más, la lleva a una especie de letargo promoviendo así un deterioro cognitivo prematuro. Algo que ya se venía oliendo la comunidad científica desde hace varios años. “Son sus melodías pegadizas y sus letras fáciles de recordar los que llevan a nuestras neuronas a un estado en el que no tienen que esforzar”, aseguran en sus conclusiones.